EL DIARIO DE MARÍA
Sábado 2, de Abril, 2018
Soy
María, tengo 20 años, vivo en Lleida en el barrio de Cappon pero ahora estoy
estudiando arquitectura en Barcelona. Mi vida es normal solo hay un problema,
soy celíaca.
Eran
las ocho y estaba recogiendo mis cosas para irme ha pasar el fin de semana con
mi familia.
Ya son
las nueve y acabo de encender el motor del coche. No sé si mis padres estarán
en casa. Le he enviado un mensaje a Clara, mi hermana, diciendo que ya iba para
casa.
El
viaje ha sido muy largo, estaba impaciente, pero por suerte ya estaba en casa.
Salgo
del coche y me voy directa a la puerta, llamo al timbre y nadie me contesta,
vuelvo a llamar, me abre la puerta mi hermana con el pijama y algo adormilada,
lo primero que hago es achucharla, la echaba de menos.
Llevamos
un rato hablando en la habitación de mi hermana, y al cavo de media hora
aparecen mis padres. Me saludan con gran ilusión y me dan una bolsa donde había
unos pantalones preciosos, les doy las gracias y un beso en la mejilla a cada
uno. Mi hermana repite la acción, ya que le han comprado una camiseta muy
bonita.
Mi
madre empieza a hacer la comida, nos ha dicho que hará macarrones, como soy
celíaca los preparará sin gluten así que no hay ningún problema.
Estaba
con mi padre en el comedor viendo las motos, a mi no me gustan, pero quería
pasar tiempo con él. Mientras me preguntaba cómo me iban los estudios. La
verdad es que voy muy bien, soy una de las mejores.
Eran
las 13:30 y mi madre nos llamo para que fuéramos a comer. Mientras comemos me
pregunta mi madrea sobre la Universidad, otra vez.
Cuando
acabamos de comer me toca a mi sacar la mesa, que aburrimiento, yo era la
típica chica que no sabía cocinar y me daba pereza hacer las tareas domesticas.
Cuando acabo mi hermana me pide que la ayude en los deberes, y a mi me encanta
ayudarla así que le he dicho que si, como en los viejos tiempos.
Cuando
acabamos de hacer los deberes miro la horas y ya son la cinco, y aun mis padres
siguen durmiendo. Le digo a Clara que vaya a despertar a mamá y yo a papá.
Le
despierto pero seguía con los ojos cerrados, seguía intentando que se
despertara hasta que se levanto, le dije que queríamos ver una película con
palomitas.
Junto a
mi hermana hemos descargado la película mientras mis padres hacían las
palomitas.
Nos
sentamos en el sofá y empezamos a ver ocho apellidos andaluces. A mí me toca
comer mis propias palomitas sin gluten, así tengo más para mí.
Cuando
acabamos de ver la peli mi hermana se fue a dormir sin cenar, decía que tenía
dolor de barriga.
Le dije
a mi padre que para cenar quería ensalada ya que casi no tenía hambre.
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